Existen muchos beneficios de escuchar el repertorio en el que estás trabajando, tanto en grabación como en vivo y también escuchando la música de "alrededor", obras del mismo período y del mismo compositor, y trabajos de sus contemporáneos. Escuchar nos da un sentido más claro del mundo sonoro de un compositor y un entendimiento de cómo todos los aspectos tales como escrituras para orquestas o las texturas de los cuartetos de cuerdas son representados en el piano, por ejemplo. Es muy improbable que logres tomar siquiera una pizca de técnica en una sala de concierto, a menudo estarás muy lejos del escenario como para ver los detalles, pero escuchar atentamente te ayudará. Mantén tus oídos y tu mente alerta a los detalles como la articulación, fraseo y espacios de respiro, sombreado dinámico y matices, gracia y humor, el valor completo de los descansos (o incluso un poco más) para generar drama, el tempo y el sentido general de la arquitectura y narrativa de la pieza. Nunca deberíamos buscar copiar lo que escuchamos, pero ahí hay mucho que aprender, de este tipo de concentración y enfoque al escuchar. Yo regularmente escucho conciertos de música en la que estoy trabajando para abordar las piezas que nuevas ideas y conocimientos.
Inversamente, escuchar una actuación la cual no nos gusta jamás es una pérdida de tiempo. Cuando escuché a Andras Schiff ejecutar la penúltima sonata de piano de Schubert (en A, D959), un trabajo en el que he estado invirtiendo tanto tiempo en estos últimos años, me encontraba obsesivo con ciertas cosas que le hacía a la música, no significa que algo estaba "mal", era que simplemente no era de mi gusto. Pero una cosa que pude notar y que tomé de esa ejecución fue su pedante tratamiento de los descansos en el primer movimiento (Schubert utilizaba los descansos para crear drama, unidades rítmicas y momentos de suspensión y reposo) y esto definitivamente lo apliqué a mis practicas cuando regresé a trabajar en la sonata con mi piano.
En términos más amplios, escuchar un grupo de piezas en ejecución es instructivo y te demuestra cómo de bueno (o malo) es cuando colocas junto un programa de varias obras. En un tiempo, los ejecutantes se interesaban en cuestiones como la tonalidad que compartían entre sí las piezas, pero ahora un programa donde los "trabajos" tienden a ser aquellos que contienen variedad de modos de contraste, tempo y carácter que ayudan a crear fluidez desde el principio del concierto hasta el final. Las audiencias, y ejecutantes, disfrutan de diferentes niveles de energía durante un programa, mientras que un programa con muchos obras similares parecen ser muy largos o simplemente aburridos.
Muchos de nosotros estamos limitados por nuestra propia imaginación, experiencias y conocimientos y grandes ejecuciones e interpretaciones pueden ampliar nuestros horizontes, inspirarnos y comunicarnos con nuestro propio acercamiento a la música. Pero escuchar en conciertos, y particularmente grabaciones en vídeos de YouTube pueden tener trampas también. Las actuaciones grabadas capturan el momento y el tiempo y mientras ellos ciertamente pueden comunicarnos su ejecución, también pueden quedarse incrustados en nuestra memoria y pueden influenciar nuestro sentido de una pieza u oscurecer nuestros propios pensamientos originales acerca de la música. Esto puede guiarnos a imitar el mágico momento que otro ejecutante encontró en una nota o frase, un momento sobre el cual ese ejecutante en particular tomó posesión y que en manos de cualquier otro podrían sonar inventando o poco convincente. Es importante que formemos nuestra propia relación especial con la música, y en orden para lograrlo debemos invertir tiempo y esfuerzo en nuestro estudio mientras nos mantenemos con mente abierta y receptivos a nuevas ideas y acercamientos.
El otro problema con las grabaciones es que algunos ejecutantes pueden tomarse libertades con el score para crear ciertos pasajes o todo una obra mucho más personal. Esto tiende a suceder en repertorio muy conocido, donde el artista colocará su propia marca en la música para hacerla propia, mientras que no siempre se mantiene completamente fiel al score. Ellos podrían tomarse libertades con el tempo o las dinámicas para crear un cierto efecto "personal", en consecuencia, algunas grabaciones podrían no representar verdaderamente lo que el compositor quería, aún así estas grabaciones se han convertido en el punto de referencia o la versión "correcta".
Entonces, cuando escuchamos debemos hacerlo con una nota de asesoramiento para nosotros mismos: esas grabaciones y vídeos de YouTube pueden ser útiles, pero nunca debemos buscar imitar lo que escuchamos. Es el trabajo que hacemos nosotros mismos con nuestra música lo que es más importante, yendo a través del score para entender que la hace especial, y escuchar alrededor de la música para ganar un entendimiento más profundo de las intenciones del compositor y así nuestra propia interpretación será personal y fiel.
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