Re-visitar la música que aprendiste el mes pasado, el año pasado o incluso hace 20 años puede ser una experiencia asombrosa, como reacomodarse con un viejo amigo, al mismo tiempo que haces una nueva amistad. Retomar una pieza de nuevo después de un largo período de ausencia puede ser extremadamente satisfactorio y a menudo ofrece nuevas ideas para ese trabajo, revelando capas y sutilezas que uno no pudo notar la primera vez que la estudió. También nos recuerda todas las razones por las que nos gustaba el repertorio y cómo fue que uno lo eligió en primer lugar. Puede ser sorprendentemente sencillo hacer volver todo eso que aprendimos anteriormente a nuestros dedos, y esta facilidad es un buen signo de que hicimos el trabajo cuidadosamente la primera vez.
Los pianistas de concierto tendrán muchas piezas "en los dedos" las cuales pueden ser descargadas y puestas a punto para ser ejecutadas en cuestión de días. Esto puede incluir 20 o más conciertos para piano (recientemente vi una entrevista de un pianista de concierto que contó que poseía "alrededor de 50" conciertos de piano en sus dedos), la mayoría de las 32 Sonatas de Beethoven, muchos de los 48 Preludios de Bach y Fugas, además de otras piezas que son repertorio "estándar": Sonatas de Mozart y Schubert, estudios, Chopin, Schumann, Brahms y Liszt, mucho de Debussy y Ravel, etc, y música popular "estándar" de repertorios del siglo 20. El aprendizaje y preparación cuidadosa significa que el repertorio puede ser aprendido, revivido y mantenido simultáneamente, y profundo, la práctica reflexiva es esencial para asegurar que el repertorio permanezca en los dedos (y el cerebro) incluso si uno o lo practica cada día.
Un trabajo musical nunca puede decirse que fue verdaderamente "finalizado". A menudo una ejecución satisfactoria de un trabajo al cuál le hemos dedicado muchas horas de estudio con gran devoción, puede decirse que fue puesto "en la cama", pero sólo por el momento. Lo mismo es verdad en una grabación: En lugar de un registro completo de arriba a abajo, probablemente una grabación será considerada mejor si es una grabación instantánea de la musicalidad y creatividad del músico en el momento de ejecutar (como un concierto en vivo en lugar de grabar en la sala de un estudio). Este proceso de "continuación" significa que una actuación informa a otra, y todo lo que uno está practicando y tocando está conectado con un flujo de continuo de hacer música.
Algunos pensamientos sobre revivir el repertorio:
- Te recuerda lo que te gustaba de la pieza en primer lugar. Reavivar tu afecto por las piezas cuando las estás visitando de nuevo.
- No tocas las piezas a plena inclinación. Tómate tiempo de tocar lenta y cuidadosamente, como si estuvieses aprendiéndola por primera vez.
- Confía en tus habilidades de práctica. Mantente alerta de problemas que surjan y no permitas que la frustración te arrastre.
- Busca nuevas posibilidades interpretativas y expresivas con la música. Intenta ángulos diferentes de interpretación y gestos con significados.
- No te apresures a tocar la pieza a tiempo real. Toma tiempo de practicar lento y con cuidado.
- Programa oportunidades para actuar: no hay nada mejor para motivarte a practicar que un concierto o dos marcados en tu agenda.
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