Uno de los principales males que sufre todo artista, ya sea músico, pintor, actor... es la falta de motivación, la pérdida de esa inspiración, esas ganas y ese amor por el arte que nos empuja a seguir creciendo como artistas y como seres humanos.
Entonces, ¿Cómo podemos sobrellevar esta desmotivación?
Lo primero que debemos hacer es preguntarnos ¿qué me desanima? ¿qué es lo que no me gusta de lo que estoy haciendo? Estas preguntas y muchas más son las que debemos explorar para conocer realmente qué es lo que nos afecta emocionalmente y por tanto reduce nuestro desempeño artístico, puede ser desde una tarea molesta que no nos gusta hacer hasta problemas personales vinculados a conflictos familiares.
Siendo lo último, lo esencial sería buscar ayuda psicológica y consejería profesional para resolver estos conflictos que nos afectan, sin embargo, acá hablaremos de problemas mucho menos graves que de igual manera pueden atacar grandemente nuestra motivación e inspiración.
de los conflictos comunes que enfrentamos son:
1.- Frustración relacionada al estudio:
Muchos de los ejecutantes, tanto instrumentistas como vocales sufren por los altos niveles de estrés y ansiedad que nos provoca el estudio de nuestra vocación, horas y horas invertidas para lograr tocar un fragmento que nos parece imposible nos puede llevar rápidamente a la desesperación e incluso a la ira.2.- Sobrecarga de repertorios:
Si bien la mayoría de los músicos están adecuados a montar grandes cantidades de repertorio no todos asimilan la presión del mismo modo, siempre habrá músicos que les agobie el exagerado número de obras a ejecutar aunque no sean de alta complejidad, no es igual para todos los músicos ver un repertorio nuevo casi todos los días y es por eso que los músicos de orquestas, bandas y demás agrupaciones con agendas muy apretadas tienden ha sufrir de mucho estrés y por lo tanto desmotivación.3.- Compararnos con otros músicos:
La mayoría de los músicos tienden a compararse con otros, ya sea para alardear de sus habilidades o para buscar un ejemplo a seguir, sin embargo, esta constante comparación puede desmotivarnos, si siempre nos comparamos con un músico que parece inalcanzable podemos pensar que nunca tenemos futuro en la música, si lo hacemos con personas que desde muy jóvenes han tenido una preparación extraordinaria y ya a temprana edad son grandes ejecutantes podemos fácilmente perder esa llama que nos motiva a seguir mejorando.¿¡Qué debo hacer entonces!?
No podemos darte una solución definitiva pero podemos asegurarte que al menos te hará sentir mucho mejor. Lo que debes hacer es mantener una actitud positiva y reflexiva ante la vida, sabemos que es muy fácil decirlo pero difícil de hacer, sin embargo, es la mejor forma de afrontar estos problemas, mantén viva la visión que te hizo comenzar en este mundo del arte ¿fue el amor de enseñar a otros? ¿fue el goce que sentías al ejecutar tu instrumento? ¿fue el mundo de oportunidades y experiencias que te dio? Si mantienes tu objetivo principal en mente, si mantienes firme tu deseo de disfrutar lo que haces no habrá fragmento de pieza que te detenga, por más complicado que sea, no habrá repertorio que te ahogue aunque sientas que es demasiado y no habrá comparación con nadie más que contigo mismo porque siempre debes pensar en ser mejor que tú y no mejor que alguien más.
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