Cada vez que tenemos un pensamiento o sensación física miles de neuronas son activadas y al unirse forman una red neural en el cerebro. "Neuroplasticidad dependiente de la experiencia" es el término científico para esta actividad de creación y agrupación continua de conexiones neuronales en nuestros cerebros que dan a lugar como resultado nuestras experiencias de vida personales. Con el pensamiento repetitivo, el cerebro aprende a activar las mismas neuronas cada vez, y los neurocientíficos y neurólogos han descubierto que el cerebro puede ser "entrenado" para crear rasgos neurales positivos en estados mentales positivos. El problema está en que el cerebro tiende hacia lo negativo y es muy malo aprendiendo cosas de experiencias positivas pero muy bueno aprendiendo de experiencias negativas. Este sesgo negatividad fue muy importante para mantener a nuestros ancestros vivos durante los tiempos de grandes dificultades y peligros, pero en nuestros cerebros del siglo 21 puede ser un impedimento para experiencias positivas que pueden convertirse en grandes fortalezas internas que se construyen en nuestra estructura neural.
Muchos músicos están familiarizados con la "crítica interna", esa voz destructiva que centra en juzgarnos cuando practicamos o damos un concierto y que puede dañar nuestra autoestima con una negativa autocharla. La habilidad de autoevaluarnos mientras tocamos y darnos a nosotros mismos esa realimentación negativa es indudablemente muy útil: nos hace capaces de practicar de manera más efectiva y consciente, nos alienta a ser humildes en nuestro trabajo y atempera el ego. Igualmente, también debemos ser capaces de aceptar las críticas y realimentaciones de terceros, nuestros profesores, mentores, compañeros y amigos, siempre que estos sean dados para ir en el camino correcto. Pero si nuestra propia autocrítica y los comentarios de otros son repetidos muchas veces, podemos caer en un espiral de negatividad.
Desde el profesor que continuamente mina al estudiante con realimentación negativa hasta la crítica interna que constantemente comenta negativamente en la forma de tocar, astillan la confianza en nosotros mismos, esta repetición perjudicial alienta los rasgos neurales negativos quienes construyen un estado mental negativo, y con un pensamiento repetitivo, el cerebro aprende a activar las mismas neuronas cada vez. Entonces si continuamente habitas en la autocrítica, ansiedad acerca de tus habilidades, tu falta de confianza o tu profesor con comentarios negativos, a tu mente se le hará más sencillo encontrar esa parte de tu cerebro y te hará pensar más fácil y rápidamente en todos esos pensamientos negativos una y otra vez.
Pero dada la habilidad del cerebro para adaptarse, podemos utilizar esta neuroplasticidad para romper con el ciclo negativo y convertir el "No puedo" en "Sí puedo". Confrontar la autocrítica es la llave para alentar una mentalidad positiva. Reconocer que la crítica interior existe y que esta literalmente "muestra la puerta" imaginando que estás alejando a la horrible criatura fuera de tu mente. Esta regresará, por supuesto, cuando estemos deprimidos o carentes de confianza, tal vez aunado a un paso atrás en tu carrera, pero esta influencia perjudicial puede ser desviada atacando con pensamientos positivos a los negativos u obteniendo confianza de los endosos positivos de tus compañeros, amigos y maestros. Colocarte a ti mismo estándares realistas y objetivos alcanzables también te ayudarán a crear una mentalidad positiva: apuntar hacia la excelencia (la cual es alcanzable) en vez de la perfección (que es imposible, somos humanos, después de todo). Enfocarte en todo lo que haces (practicar, dar conciertos, audiciones) con una actitud de "¡Yo puedo!" en vez de "esto va a salir mal". Trata de no recibir realimentación negativa de ninguna fuente antes de empezar a tocar, pero en su lugar, date confianza pensando en experiencias positivas anteriores. Prueba la práctica Budista de "Esfuerzo Sabio", este es un hábito dirigido a dejar aquello que no nos ayuda, o es negativo, y cultivar aquello que es posible y útil. Pasa tiempo con tus amigos y compañeros cuya compañía es positiva e inspiradora y sobre todo, deja que tu mente se enfoque en buenos recuerdos. Así como la práctica repetitiva reflexiva lleva a una mejora notable en el piano, un pensamiento positivo repetitivo lleva a más positividad, mentalidad alegre, que se convertirá en un efecto positivo en tu ejecución y en tus aptitudes generales con la música.
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