Yo siempre tuve problemas practicando cuando crecí, odiaba la idea de que alguien fuera capaz de escucharme practicar sin importar en qué etapa de la pieza me encontraba, pararme en la sala de mi casa a tocar escalas me aterrorizaba por el miedo a molestar a mis vecinos. Por suerte, ellos eran muy simpáticos y jamás se quejaron, una situación de la que no me había percatado lo afortunado que era hasta que me fui de la casa y me di cuenta de que no todos los vecinos disfrutaban de escucharme practicando a todas horas del día.
Al paso del tiempo, aprendí gradualmente a aclimatarme al hecho de que, a menos que seas muy rico o afortunado, tener un acceso regular a un bunker insonoro para practicar alejado de todo contacto humano es algo que no te puedes permitir y es muy poco probable que encuentres dónde vivir sin que haya vecinos, así que aquí vamos.
Me acababa de mudar por tercera en Londres. Cada vez que me mudaba me ponía muy nervioso sobre qué pensarían mis vecinos cuando estuviese practicando, ¿Y si hay un pequeño bebé en la comunidad o alguien que trabaja turnos nocturnos? ¿o si solamente odian la música? Aquí tienes 4 consejos que (ojalá) pueda nutrir tu vida de practicas sin ninguna queja...
1) Conociendo a los inquilinos anteriores y la situación actual, puedes conseguir un poco más de confianza cuando firmes en la línea punteada. El piso al que acabo de mudarme había sido rentado por 3 bailarines de ballet, conocí por testimonio de ellos mismos que ambos vecinos, los de arriba y los de abajo, nunca se quejaron en 5 años en los que estuvieron ahí practicando (saltando en el piso) todos los días me hace sentir más confiado de que no les importará mucho el ruido.
2) Si hay una regla que debe ser seguida por encima de todas las demás, esa sería: ser considerado. Nadie va a apreciar que estés practicando a las 10pm; la probabilidad es que la mayoría de las personas alrededor de ti hayan tenido un largo día de trabajo y la noche debería de ellos y sin preocuparse de ser atacados por un extracto de orquesta mientras tratan de ver el episodio más reciente de The Game of Thrones. En la ciudad, muy a menudo no sabrás cómo son tus vecinos, pero haciendo un esfuerzo para conocerlos y crear vínculos con ellos ayudará mucho, mientras que haciendo un ruido desencarnado puede ser visto fácilmente como una molestia, sabiendo que esto proviene de un ser humano real, de alguna manera suaviza el golpe.
3) Trato de climatizar a mis vecinos con la práctica. Yo apenas me mudé hace un par de semanas, entonces sólo toco un poco cada día e incluso hago en gran esfuerzo por no tocar todo de una vez y a todo poder. Primero Brahms, Berio después.
4) Aunque parece bastante obvio, asegúrate de que tus compañeros de habitación sepan en que lío de han metido, ellos puede que sepan que eres un músico, pero sé absolutamente claro acerca de lo que deben esperar de ti en cuando a practicar se refiere. Tener a tus compañeros de habitación de tu lado te ayudará en caso de que surja alguna disputa.
¿Tienes alguna historia de pesadilla con algún vecino? ¿O acaso está todo el mundo alrededor de usted disfrutando y alentando a continuar con su C major en terceras? Mudándose, los músicos hacen una de sus mayores apuestas pues es un gran problema y muy grave el que no puedas practicar. Muchas veces solo podemos cruzar nuestros dedos y esperar lo mejor.
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