Entrenando mi Oído Musical


 El entrenamiento auditivo es una cátedra orientada a la educación del oído musical de los artistas en pro de mejorar su rendimiento y sentido de la musicalidad. En los músicos, lo más importante es tener un oído bien adiestrado capaz de diferenciar tonos, semitonos, acordes y demás pues no siempre estará todo escrito en una partitura a veces se necesita “sacar de oído” una canción, pieza, etc.



Esta cátedra en mi caso particular ha sido muy nueva pues jamás en mi vida había recibido este tipo de clases, es decir, no había visto una clase exclusivamente dedicada a la agudización del oído musical y por lo tanto ha sido bastante difícil para mí desarrollar mi oído sobre todo cuando de acordes se habla, como yo ejecuto el violín, que es un instrumento melódico, los dictados melódicos a una sola voz son “pan comido” sobre todo en los registros más agudos, sin embargo en los registros más graves es mucho más difícil pero también logro identificar los sonidos aunque suelo tener ciertos errores, los acordes han sido una piedra en mi camino con la que siempre tropiezo, increíblemente difícil para mí identificarlos aunque si he visto progreso al pasar el tiempo.


En las clases de entrenamiento auditivo no solo nos centramos en identificar las notas sino también en las figuras rítmicas y su correcta escritura en el pentagrama respetando las tesituras correspondientes a cada clave (Clave de Sol y Clave de Fa). Saber en dónde se escribe cada nota en el pentagrama es tan importante como identificarla porque escribiéndola de la forma correcta es como podremos permitirles a otros músicos leerla y reconocerla en su totalidad (tesitura, afinación, duración, etc.).

En lo personal creo que esta materia debería verse después o simultáneamente con clases de lenguaje musical, se necesita un buen conocimiento del lenguaje musical para poder aplicar esos conocimientos a la hora de escribir las notas y ritmos que escuchamos porque de otra forma no sabríamos qué es lo que escuchamos, no sabríamos escribir una corchea porque no sabríamos qué es una corchea, por ejemplo. Durante las clases de entrenamiento aprendemos a reconocer las figuras y notas musicales y desarrollamos la capacidad de hacerlo rápido y correctamente y como consecuencia positiva obtenemos también un mejor sentido de la afinación y la rítmica, cosa muy importante en un músico; esto es, en mi opinión, el mejor aprendizaje que se puede llevar un artista porque es algo que necesitará durante toda su carrera musical.

Por último, hemos comenzado a ver el dictado a dos voces, cosa que en lo particular me gusta mucho pues considero necesaria la capacidad del músico de poder separar, mentalmente, las voces y saber qué hace cada voz en cada momento de forma individual y cómo se relacionan una y la otra, qué intervalo hacen, entre otras cosas. También nos permite una visión más amplia de la música, nos enseña a no solo centrarnos en la melodía sino también en todo lo demás que se mueve con la melodía y darnos cuenta de cómo la melodía se mueve de voz en voz pues ésta no siempre estará en la voz más aguda o más grave.

Mi experiencia con la materia ha sido algo traumática en el sentido de sentir frustración al no ser capaz de identificar ciertos sonidos, en especial cuando de acordes de trata, sin embargo aprecio haber cursado esta cátedra pues mi oído se ha desarrollado bastante en estos últimos meses y me ha beneficiado en el estudio de mi instrumento, mi afinación ha mejorado considerablemente y en cierta forma puedo ver la música de una manera más amplia, no todo es melodía, existen otros factores que hacen rica y diversa a la música y que solo se puede apreciar cuando se tiene un oído más agudo y fino capaz de escuchar y diferenciar estas riquezas.


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